Arquitectura Efímera

Lara Roth

Hoy en día vivimos en un mundo que constantemente cambia y se renueva. El
mundo digital ha sido pieza fundamental para acelerar estos cambios y, por su
naturaleza, ha provocado que seamos menos apegados a las cosas físicas.
Por lo anterior, el campo de la arquitectura (que con sus grandes edificios y
creaciones simbolizaba la estabilidad y permanencia que habíamos alcanzado
como cultura) se abre ante una nueva posibilidad, o reinterpretación, conocida como arquitectura efímera; un fenómeno que resulta ser una gran alternativa que, de manera orgánica, propone una experiencia arquitectónica breve y significante, más que estática y duradera, para así responder a los movimientos vertiginosos y a las sociedades líquidas, como las llamaría Zygmunt Bauman.
Regresando a las bases de nuestra historia como civilización, la
arquitectura efímera apela a la forma más común de vivir de las culturas nómadas del pasado: con espacios sin raíces que surgen y desaparecen dependiendo de las necesidades de la civilización sin apego a su permanencia. Sabemos que, en diversos momentos a lo largo de la historia de la humanidad, ya se habían creado este tipo de estructuras para eventos importantes o situaciones que buscaban resolver algún objetivo.
Las construcciones efímeras tienden en esencia a ser espacios lúdicos y
bastante experimentales, por lo que la creatividad es totalmente necesaria.
¿En dónde se puede observar la arquitectura efímera? No únicamente la
veremos en museos o relacionada con el arte; también la podemos encontrar en pabellones, exhibiciones o ferias, así como en espacios públicos. Estos lugares fungen como espacios efímeros, o brevemente existentes, para funciones temporales. Así pues, es necesario que la arquitectura efímera sea mutable junto con el ambiente en el que se crea; por lo que, los materiales con los que sucede también juegan un papel relevante.
Por último, la arquitectura efímera también está transformando la manera
en la que las personas se aproximan a la propiedad y a la permanencia de su
entorno; así como en las formas en la que se relacionan con el espacio-tiempo.

La arquitectura efímera responde a nuestras necesidades más inmediatas
para convertirnos en nómadas contemporáneos que pueden utilizar esta nueva visión para objetivos sociales tanto comerciales, dando posibilidades muy amplias a necesidades concretas.